Noticias

Aquí tienes las claves para reducir el consumo energético en los meses de calor… y ahorrar en la factura de la luz.

 

1. Aprovechar las horas de luz natural

En esta época del año alarga más el día. Por eso encenderemos menos la luz artificial, pero si, además, aprovechamos las horas de luz natural para tareas como estudiar o navegar delante del ordenador, evitaremos encender flexos y nuestros bolsillos lo notarán.

 

2. Si hay que pintar, que sea con colores claros

Si tenemos previsto pintar la casa (algo que siempre dejamos para los meses de más calor), es mejor hacerlo en colores claros como el blanco o el gris piedra. Además de dar sensación de amplitud, reflejan mejor la luz natural y aumentan la luminosidad.

 

3. Revisar las bombillas

Las bombillas y los flexos suponen un 4,1 % del consumo total de casa. Cambiarlas por las de bajo consumo o LED supone reducir el gasto energético en un 80 %. Además, aunque son más caras, duran 10 veces más que las bombillas tradicionales.

 

4. Luz eco en el jardín

Para iluminar la terraza o el jardín, lo mejor es utilizar lámparas solares o luces fotovoltaicas que se cargan durante el día con la luz del sol y no consumen electricidad.

 

5. Elegir bien dónde colocar los aparatos de aire acondicionado

Se deben poner siempre en zonas de sombra y bien ventiladas, donde no reciban calor de ninguna fuente directa. Los sistemas de refrigeración, si se calientan, necesitan gastar el doble de energía para enfriar, lo que dispara el gasto. Además, es fundamental no cubrirlos con muebles o prendas porque dificultan la salida del aire y les obliga a trabajar con mayor esfuerzo.

 

6. Aislar bien la casa

Hay que instalar burletes o tapajuntas en puertas y ventanas no solo en invierno: en verano permitirán que no haya fugas de aire y se optimice la climatización de la casa.

7. Comprobar que todo está bien cerrado

Si ponemos el aire acondicionado con alguna ventana o puerta abierta, aumentaremos considerablemente el gasto de luz y estaremos desperdiciando el frío generado.

 

8. Decidir qué habitaciones queremos refrescar

No es necesario poner aire acondicionado en toda la casa. En los días de mucho calor, es un buen momento para decidir qué habitaciones necesitamos climatizar concretamente porque esto nos permitirá reducir el gasto de electricidad.

 

9. Limpiar bien las consolas de aire y ventiladores

Cuando estos aparatos se llenan de polvo, se obstruyen, por lo que consumen el doble y pueden averiarse. Para que no pase, hay que limpiar periódicamente los filtros del aire y realizar revisiones periódicas de los sistemas de refrigeración; evitaremos averías y gastaremos menos.

 

10. Colocar un termostato

La temperatura interior de casa no debe bajar de 22°. Un termostato nos permitirá controlarla mejor y, por tanto, ahorrar, porque cada grado extra incrementa el consumo un 8 %.

 

 

Fuente: R. Mía